Segunda llamada y escena final
Durante el segundo fin de semana de Tomorrowland 2025 (del 25 al 27 de julio), la celebración se transformó en un acto de alegría y redención tras el incendio que comprometió su escenografía principal días antes. El Mainstage reconstruido mantuvo su aspecto sencillo y cercano; no hubo grandes modificaciones estructurales, aunque sí pequeños ajustes de luces, efectos y visuales personalizados por cada artista, lo que favoreció una conexión más íntima entre DJ y público. El viernes comenzó vibrante con Bob Sinclar y su hija Anyma en una emotiva Daybreak Session, seguida por performances potentes de Agents of Time, Armin van Buuren, Hardwell, John Summit y Swedish House Mafia, quienes hicieron saltar al Mainstage con sus clásicos himnos.
El sábado, Amelie Lens cerró con energía feroz mientras artistas como Yves V, Anyma, Dimitri Vegas & Like Mike, MORTEN y John Newman imprimieron su sello en un Mainstage que vibró sin adornos excesivos, pero con fuerza pura. Una de las joyas del cierre fue el histórico set vinyl-only de Dimitri Vegas en el Mainstage, un momento que hizo historia al combinar estética retro con una masiva respuesta del público. Mientras tanto, en la atmósfera forestal del Freedom Stage, deadmau5, Miss Monique, Lost Frequencies y Sara Landry construyeron una experiencia audiovisual que elevó la jornada al clímax perfecto.La segunda semana también se llenó de emociones personales. Durante el set de Agents of Time, una pareja se comprometió sobre la tarima principal, agregando amor a una atmósfera ya cargada de comunión colectiva.
Hardwell rindió homenaje a Avicii en The Avicii Experience y dedicó un momento sobre el escenario a su legado, con lágrimas y cánticos que recordaron por qué la música de Tim Bergling sigue latiendo en el corazón de todo ravers. De igual manera, en medio del regreso de Fisher y la celebración por parte del público, se confirmaron más de 3,000 atenciones médicas por temas típicos de festival; solo el 1.4?% relacionadas con consumo de sustancias, aunque persistió la investigación sobre la muerte de una asistente canadiense durante la primera semana.Este segundo capítulo en Boom fue una reafirmación del espíritu Tomorrowland: sin escenario icónico, sin decoración grandilocuente, pero con una energía intacta. La música fue el centro, la comunidad su fuerza, y los beats su latido universal. Si el primer fin de semana fue un acto de supervivencia, el segundo fue el triunfo de la celebración en esta edición del festival de música más mágico del mundo.
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